miércoles, 21 de julio de 2010

COMENTARIOS SOBRE EL REGRESO DE HONDURAS A LA OEA

Por: Margarita M. Montes

Como es sabido, desde su toma de posesión, uno de los principales objetivos de Porfirio Lobo Sosa ha sido conseguir el retorno de Honduras a la Organización de Estados Americanos –OEA-. Para mérito suyo, ya está muy próximo a obtenerlo.

Desde un inicio, el argumento que Lobo Sosa esgrimió para buscar la reinserción del país en la OEA, fue que, estando fuera de ella, Honduras no tendría acceso a créditos del Banco Mundial (BM), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ni del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), entre otros. El argumento es incorrecto.

Ya había comentado en este blog La Honduras Posible, cómo en una reunión de Consejo de Ministros de febrero y transmitido en vivo, Lobo Sosa le había preguntado al Canciller Mario Canahuati, “qué tan cierto” era que sin el retorno a la OEA no había acceso a créditos externos. Canahuati, sin mucha seguridad, contestó que “creía” que era así.

Ese episodio nos hace concluir que la tesis del retorno de Honduras a la OEA estaba mal fundamentada por parte del Presidente y del Canciller. Así lo ha demostrado inclusive el tiempo. Poco a poco, el BM, el BID y el BCIE han ido haciendo millonarios desembolsos al gobierno hondureño, aunque Honduras no haya sido aún readmitida a la OEA. Inclusive hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha visitado ya oficialmente al país.

La reinserción plena de Honduras al Sistema de Integración Centroamericana –SICA es completamente lógica y necesaria. Los lazos históricos, económicos, comerciales, culturales y políticos que nos unen a Centroamérica son indisolubles, y Honduras debe siempre enmarcar su accionar dentro de un bloque de naciones con el que comparte pasado, presente y futuro, sobretodo en el mundo globalizado de hoy. Allí no hay duda.

Pero el retorno al seno de la OEA no es lo mismo. La OEA es un foro hemisférico de carácter político en el que Lobo Sosa dice buscar objetivos económicos. Esos objetivos económicos ya fueron alcanzados, fuera de la OEA, claro está.

En lo político, la OEA ha venido mostrando inoperancia e intrascendencia en los últimos años. Al margen de la postura que tengamos respecto a lo sucedido en Honduras en junio de 2009, analistas de izquierda y derecha señalan la incompetencia de la OEA, especialmente de su Secretario General, José Miguel Insulza, para manejar la crisis hondureña el año pasado.

Cuando Canahuati ha sido cuestionado por los periodistas sobre la insistencia de Lobo Sosa de retornar a la OEA, el Canciller aborda el tema desde un punto de vista emocional: le pide al público que olvide, que perdone, que no guarde rencor. Pero las relaciones internacionales, incluyendo las de Honduras, no son un tema de emociones o rencores. Son un tema de pragmatismo y de interés nacional.

La pregunta del millón es por lo tanto, ¿a qué propósito sirve la reinserción de Honduras en la OEA? No es que me esté oponiendo a la posición del presidente Lobo Sosa, es que aún no encuentro la argumentación sólida y convincente de los motivos que han movido a Lobo Sosa a buscar con tanto ahínco esa aceptación de Honduras en el organismo hemisférico.

Tanta ha sido su lucha, que no ha dudado en asumir el proceso enteramente al ritmo marcado por Insulza. Honduras no ha puesto una sola objeción, una sola condición, un solo pero. Bien ejemplifica esta postura alienante el canciller Canahuati cuando declaró hoy en el programa televisivo “Frente a Frente” que Honduras “no quiere perjudicar a la OEA”, es decir, el Presidente y el Canciller ni siquiera quieren que se produzca una votación sobre el reingreso de Honduras para no generar polémica entre los miembros de la organización.

Es una pena que el conductor de Frente a Frente, Renato Alvarez, no le haya hecho preguntas claves al Canciller, tales como: ¿Cuáles serán los beneficios tangibles e intangibles para Honduras al ser readmitida a la OEA? ¿Qué sucede a nivel político, económico y comercial si Honduras no es readmitida a la OEA?

En síntesis, el Gobierno de Lobo Sosa ha exhibido una postura sorprendentemente pusilánime en el ejercicio de nuestra autodeterminación y soberanía. Porfirio Lobo Sosa más que el máximo jerarca de nuestra de política exterior, ha venido actuando como aquel niño malcriado, que luego de cometer múltiples travesuras, se siente culpable y busca congraciarse con sus padres, mostrando docilidad y obediencia en todo, así lo manden a lavar el auto 10 veces la misma semana.

No se trata de polemizar y armar pleitos en cada acción de nuestra política exterior, pero si se trata de mostrar más fundamentos, más claridad de objetivos, y claro, sobretodo, más dignidad.

1 comentario:

  1. An excellent analysis, and I agree with you 100%.

    Honduras needs to be an active part of SICA as regional economic and political integration is crucial to not just Honduras', but all of Central America's economic development. Without better integration, each and every Central American country is too small to reach sufficient economies of scale where they can compete globally (with the possible exceptions of tourism and agriculture).

    Unfortunately, I'm not very optimistic about Central American economic integration because the regional policticians (regardless of the country) are overwhelmingly concerned with their own enrichment. They do not have a vision of a greater Central America, instead they have 'tunnel vision' focused on their own wealth and power.

    With regards to the OAS, it is a 'do-nothing' organization concerned solely with executive powers. It was quick to condemn and expel Honduras, while looking the other way at the anti-democratic 'faux pas' of Messrs. Chavez, Castro, and Ortega. Instead of pandering to Mr. Insulza and pleading to rejoin the OAS, Honduras would garner much more world respect and appear much more resolute and strong if she were to just go about her merry way, state publicly that rejoining the OAS is not a priority of Honduras, and privately whisper to those concerned that Honduras feels that the OAS is irrelevant.

    ResponderEliminar